“EMPALOMADOS” EN LOS ALTOS PIRINEOS

By on 12-13-2013 in Blog

“EMPALOMADOS” EN LOS ALTOS PIRINEOS

“Empalomados”: vocablo en campurriano de Abiada que no se encuentra en el diccionario de la R.A.E., pero si estás en mitad de una pala de nieve abriendo huella y lo oyes es que vas mal.

 

 

 

Viendo las previsiones del tiempo y con la excusa del puente de la Constitución nos decidimos a escaparnos a la los Pirineos franceses unos días. A pesar de que en casa teníamos también buenas condiciones ya estábamos convencidos y había que empezar la temporada a lo grande para dejar claro al cuerpo lo que le espera esta temporada.

 

El martes 3 tras cumplir con nuestras escasas obligaciones nos fuimos tres de nosotros hacía Cauterets. Allí teníamos casa para dos noches, pero no contábamos con que no había ido nadie desde hacía meses y estaba a 3 grados, en buena hora dijimos que no hacía falta el saco de plumas…

 

uy uy uy...
uy uy uy…

 

El primer día para empezar nos decidimos por el Grand Barbat desde el Lac de Estaing, un lugar idílico y un pico que algunos repetíamos (pero no nos importaba) porque, aparte de ser un pico muy representativo de la zona y tener un desnivel de más de 1.800m, la bajada es espectacular. Allí encontramos a varios esquiadores que iban a otros picos pero nosotros fuimos los primeros de la temporada en subir hasta la cima, y es que la última parte es algo expuesta y tuvimos que poner los esquís en el petate. Esquivando algunas piedras pudimos salir desde la cima con los esquís puestos y a partir de ahí a disfrutar por todas esas palas nortes hasta el coche. Un trabajo limpio y rápido, así da gusto, a las 3 en casa comiendo un bocadillo de Nutella.

 

Primeras palas del Grand Barbat.
Primeras palas del Grand Barbat.

 

Ya por la tarde nos llegaban los primeros refuerzos y al día siguiente decidimos irnos a disfrutar un poco de la vida haciendo esquí alpino en Cauterets. Hasta la una aguantamos por las pistas a toda velocidad pero no nos podíamos aguantar y nos escapamos a hacer un bajadón de freeride al lado de la estación. Tras una buena bajada y foquear 400m de desnivel llegamos al Soum de Yegues. Allí no tenemos ni idea de por donde hay que bajar, y además está todo bastante pendiente… pero investigamos un poco y vemos ya el “palón” que nos espera de nieve polvo de 1.000m.

 

Bajadón de nieve polvo del Soum de Yegues.
Bajadón de nieve polvo del Soum de Yegues.

 

Esa misma tarde vuelven a llegar los últimos refuerzos y ya estamos todos. El viernes había que hacer un pico que teníamos fichado desde hacía tiempo, el Pic Ardiden, una pirámide impresionante entre los valles de Cauterets y Luz Ardiden. Salimos a 1.000m de altura y teníamos una larga tirada hasta la cima de 2.988m, a lo que hay que sumar las veces que nos perdimos subiendo y los sube y bajas de la bajada. Llegamos a las 3 de la tarde a la base de la arista de 200m que nos quedaba, y allí unos deciden darse la vuelta y otros intentar la cima. Al principio zonas mixtas de hielo y roca, luego una parte fácil de arista de nieve y luego otra parte llena de cuevas y agujeros entre rocas en las que nos hundíamos hasta los sobacos. Balance final: 3 crampones perdidos, 2 encontrados y media vuelta a 20m de la cima. Llegamos al coche de noche, sin frontal y sin comer pero muy contentos con el día. La verdad es que este pico no es muy esquiable, hay que remar mucho para bajar y conocerlo bien para no perderse, menuda reseña de mierda el que la escribió en un artículo de la revista Desnivel.

 

Un momento de relax.

Momentos de relax.

 

Tras la trisca del día anterior, el sábado salimos con más fuerzas todavía hacia Hautacam. Se suponía que íbamos a hacer algo suave porque había que volver a hacer la cena pronto (éramos 25 para cenar), así que salimos como motos y en el primer cruce hay división de opiniones y unos se van para un lado y otros para el otro, como siempre cada uno viaja con su maleta. Unos seguimos la ruta planeada, llegando primero al Soum de Lascours y luego al Pic de Leviste, dos míticos de la zona con bajadas por la cara norte en perfectas condiciones, y otros hacen antes otro pico que no sabemos como se llama pero con una bajada super directa. Total casi 2.100m y a las 4 camino de casa. Vaya zona más buena de travesía…

 

Por Hautacam disfrutando del buen tiempo.
Por Hautacam disfrutando del buen tiempo.

 

¡Aparrrta que voy!
¡Aparrrta que voy!

Y como habíamos cenado y bebido bien la noche anterior había que rematar el puente con algo rápido el domingo, que la mayoría se volvía ese día, así que nos volvimos al Lac de Estaing a otro pico que fichamos el miércoles, el Pic d´Arcoeche. Cara norte, palas perfectas para esquiar y cerca del coche, con 1.300m de desnivel. Parecía muy sencillo pero atravesar el bosque del principio se complicó y mucho más la canal de llegada a la cima donde nadie había subido aún, excepto varios rebecos. De todas formas llegamos a la cima y vemos esa bajada tremenda de nieve polvo y se nos olvida todo hasta llegar al lago, con algún desperfecto que otro: un bastón, media mochila rasgada y bastantes rayones en las suelas, además de las botas y pantalones empapados por haber cruzado el río (que parecía que cubría menos).

 

Descenso del Pic d´Arcoeche hacia el Lac d´Estaing.
Descenso del Pic d´Arcoeche hacia el Lac d´Estaing.

 

 

Estos aludes de principio de temporada no son broma...
Estos aludes de principio de temporada no son broma…

Unos nos abandonan y otros nos quedamos para repetir el día de alpino y freeride el lunes en Cauterets, y el martes buscar más esquiadas de caras nortes en la zona de Bareges. Elegimos el Pic de Madamete haciendo una circular preciosa y muy tendida donde apenas sin poner el alza llegamos a la cumbre. No había mucha nieve porque “las borricas lo habían dejado en tierra” pero aún así bajamos bastante bien y cogiendo buena nieve hasta el coche, y fichando próximos objetivos para cuando volvamos otro día y haya una buena nevada. A las 13h en el coche y caminito de Campoo que el cuerpo ya pedía “tierra” tras tantos días seguidos de caña.