Siguiendo los pasos de los hermanos Ravier
Alpinistas:
Luis Felices, Angel Luis Muñoz y Eduardo Rucandio
Escaladas:
Vía Ravier en el espolón este de la Aiguille Jolly. Muralla Pombie (Midi dÓssau) (MD-6b)
Gran Diedro. Cara este Pico Spijoules. (D Sup-V.)
Vía Ravier en la cara Oeste del Pico Gran Quayrat (MD-6a)
¿Qué tal una escapada a los Pirineos para estas vacaciones de verano?
En invierno solemos ir a los Pirineos con más frecuencia para esquiar y escalar en hielo, pero la verdad es que lo hacemos poco en verano para escalar en sus multiples paredes. Las posibilidades que nos ofrecen estas montañas son variadas pero…bueno, aquí os dejamos una propuesta de tres montañas, tres paredes, tres vías que hemos hecho en esta última salida pirenaica.
Al decir «Ravier» son muchos los adjetivos que te vienen a la mente, para definir las vías abiertas por esta cordada de hermanos, que tantas y tan grandes aperturas realizaron principalmente en los Pirineos. Escalada clásica de gran calidad, aventura, belleza en el recorrido…son solo algunos de los ingredientes de las vías de los hermanos Ravier. Así que la mejor manera de aprovechar una semana de escaladas en estas montañas, no es otra que elegir vías con la firma Ravier.
Empezamos en el Midi dÓssau. Que ganas tenía yo de escalar en esta pedazo montaña, que siempre tratamos de localizar cuando nos subimos a alguna de las cumbres de la zona. La montaña es grande, muy grande…pero no te das cuenta de las dimensiones reales de sus paredes, hasta que no estas metido dentro de ellas. Hay un mundo de agujas, muros, canales, puntas, aristas, viras…todo es más complejo de lo que puedas pensar hasta que te sumerjes en este pitón volcánico tan llamativo desde sus alrededores.
Vamos a escalar la vía Ravier del espolón E de la Aiguille Jolly. Es una suerte poder venir con Angel Luis, ya que es un gran conocedor de esta montaña y de numerosas vías de la Muralla del Pombie.
Trepamos por unas viras hasta llegar al famoso corredor de invierno Pombie-Souzon. Aquí empieza nuestro recorrido, y para empezar bien un pequeño desplome de V al comienzo…esto se parece a Gama. La roca es muy distinta a nuestra querida caliza, esto no tiene nada que ver con la roca en la que solemos escalar. Y es en el segundo largo, donde empezamos a ver que la escalada es más propia de una escalada en granito, con estructuras y formas rectas: fisuras, diedros, babaresas…pero a diferencia del granito, esta roca no tiene tanta adherencia, ya que es de un grano más fino y pulido…
Seguimos haciendo metros de escalada hasta llegar al largo clave…una tirada de más de 30 metros mantenida en 6a+/6b, por un diedro muy vertical de esos que no sabes ni como escalar…eso sí, una pasada para los friends y fisureros, pues las posibilidades de protección de esta roca son espectaculares.
Tras 8 largos de la vía y otros 3 más por la canal de Francis Thomas, donde todavía quedan sorpresas en forma de V+ peleones, llegamos a la cumbre de la Aiguille Jolly. Entre los 11 largos de escalada junto con las trepadas iniciales, hemos hecho más de 500 metros de pared, y todavía nos queda muy muy lejos la cumbre del Midi dÓssau…vamos, desde aquí ni siquiera la vemos. Con lo que nos quedan claras las dimensiones de esta montañuca.
Y ahora a bajar…que esto es otra historia. Yo siempre había oído de la famosa bajada de las viras, que haces cuando escaladas en la Muralla del Pombie y llegas a las cumbres de la Aiguille Jean Sante, Aiguille Jolly, etc…Una vertiginosa vira cruza la pared, y entre aéreos destrepes, alguna trepada y mucha sangre fría…llegamos a la pedrera que viene del corredor de la Fourche. Esto ya lo podemos considerar como suelo firme. Y desde aquí al parking donde tenemos el coche, mientras bajamos haciendo planes de nuestras próximas escaladas.
Tras una noche en la Mar Chica, famosa discoteca del parking de Sextas en Formigal, durmiendo bajo sus tejadillos, claro…pasamos una tormenta pirenaica con caída de rayo incluida, menos mal que se fue al pararrayos de uno de los remontes. Nos levantamos y aprovechamos la inestabilidad de este día para viajar y cambiar de zona…nos vamos a Luchón.
Al día siguiente, a pesar de que aún sigue lloviendo, nos fiamos de los partes meteorológicos y nos vamos al monte…según las predicciones, el tiempo mejorara por la tarde y volverán días de buen tiempo.
Queremos ir a acampar al lago de Spingo, y desde aquí poder escalar un día el Gran Diedro de la cara este del Pico Spijoules , y otro para la Cara Oeste del Pico Gran Quayrat, ambas vías Ravier también.
Subimos al Lac de Oo…y al llegar comprendemos el nombre del lugar, pues Ooooohhhh!!! es la expresión mas usada cuando se llega a este paraje. Imaginaros un lago de aguas cristalinas color turquesa metido entre montañas y con una gran cascada al fondo que desemboca directamente en el lago…pues dejar de imaginarlo e ir inmediatamente a visitarlo, merece la pena.
Bueno, pues a pesar del armario que llevamos a la espalda (como hecho de menos mi mochilita de trail running), llegamos a este nuevo lago, el Lac d´Spingo. Aquí hay un refugio del CAF, pero como recios alpinistas que somos, nos venimos con la casa a cuestas y nos vamos a buscar un lugar donde plantar la tienda. Pues nada, al lago de al lado…que por lagos va a ser…
A las 6:30 suena el despertador…, pero si madrugamos mas en vacaciones que en fuera de ellas…es lo que tiene el alpinismo, y más en Francia, pues a las 4:30 de la madrugada ya hemos oído a una cordada francesa subir para arriba…y cuando llegamos a la base de la pared…allí están, con media vía recorrida…Bueno, así no nos estorban…
La vía es muy evidente desde lejos, pues recorre el marcado diedro que surca los 400 metros de la pared este del Pico Spijoules…y nada, con la alegría del sol que nos ilumina desde bien temprano por escalar en una cara este, nos ponemos manos a la obra.
La roca es granito de muy buena calidad, el recorrido asequible y más llevadero que la vía que hicimos en el Midi dÓssau…por lo que largo tras largo vamos disfrutando. En las últimas tiradas se nos acabó el sol…pues de la misma manera que nos iluminaba desde primera hora de la mañana, la cara este es lo que primero se queda en sombras…pero no nos importa mucho, por que ya estamos acabando.
Llegamos a la cumbre de este 3000, con unas vistas formidables…y lo más llamativo, el lago azul turquesa lleno de témpanos de hielo flotando que tenemos a nuestros pies…La bajada se hace andando sin muchas complicaciones, y en breve estamos de nuevo en nuestro chalet con vistas al lago, donde los mas valientes aprovechan a darse un baño…
Por las noches enfría bastante, por lo que al día siguienta subimos con miedo de pasar frío en la escalada del Gran Quayrat, pues esta vez vamos a ir por la cara Oeste y hasta bien entrada la mañana no veremos el sol.
La reseña que tenemos, nos informa que esta vía discurre por un terreno de aventura total, por un recorrido poco evidente y no muy escalado en los últimos años, por lo que la falta de clavos y/o reuniones, habituales en los recorridos más frecuentados, nos va a obligar a poner a tope nuestro sentido de la navegación en pared…pues para ya que vamos.
Frío no pasamos, pues además de llevar la ropa apropiada, los primeros largos son peleones…y una vez más hay que reconocer el gran espíritu aventurero de los aperturistas de esta vía, por meterse en estas paredes con el material de época que tenían, sin información y sin los medios que tenemos actualmente…
La primera parte de la vía la hemos navegado bien, pero al llegar a una gran terraza herbosa, de donde sale la segunda parte de la vía (abierta 11 años después) una mala información del croquis que teníamos, nos hace ir a buscar un diedro a 80 metros del final de la primera parte, cuando en realidad este diedro estaba a menos de 50 metros.
Como siempre en estos casos, a 80 metros exactos hay un diedro como el que buscamos y los siguientes largos hasta se parecen a lo que nos indica el croquis…pero, tras escalarlo y llegar a un gran circo colgado bajo la cumbre y rodeado de aristas y espolones, de lo que no se hace referencia en el croquis, vemos que no….que por ahí no es. Menos mal que podemos trepar fácilmente hasta la cumbre.
Desde la cumbre vemos nuestro lago y nuestra tienda en una caída vertiginosa…y a parte de las fabulosas vistas de este nuevo 3000, el día nos ha dejado la visita de un quebrantahuesos y el paso de una bandada de halcones abejeros en su migración al sur…como se aprende viniendo con dos profes…
La bajada se hace andando, pero es muy larga pues es amplio el desnivel a salvar…aún así llegamos con el sol aún calentando al lago, donde de nuevo los más aguerridos se dan un baño en estas frías aguas.
El viaje ha sido provechoso, y como siempre venimos con nuevos planes, nuevas ideas, nuevas posibilidades…los Pirineos están ahí tanto en verano como en invierno, y nos esperan para acogernos en nuestras próximas escapadas y aventuras…esperemos que sea pronto la vuelta.
Podéis leer otra crónica del mismo viaje en el blog de Altai: http://gmaltai.blogspot.com.es/